Entrevista exclusiva de Katy Perry para “La Nación” (Argentina)

Katy Perry es probablemente la cantante del entretenimiento musical y masivo a nivel mundial que mejor ha tomado la posta de Madonna. Si bien la diva del pop no está retirada, se podría decir que Perry siguió su camino en las puestas en escena de sus espectáculos y se hizo cargo del público adolescente y juvenil. ‘Witness’, nombre de su último CD y del show que presentará en el Club Ciudad de Buenos Aires el 11 de marzo, en el marco de su gira sudamericana, tiene una puesta en escena con coreografías y visuales diferentes para cada canción, protegidas por un gran ojo detrás del amplio escenario que sirve de decorado para cada situación. Son cuatro o cinco segmentos (según la ciudad y si es un show único o dentro de un festival) que contemplan desde las canciones que la hicieron famosa hasta esos temas que grabó en su más reciente producción discográfica.
Si todo lo que se edita en los últimos años a nivel masivo se estrena a través de un videoclip, es lógico que el protagonismo visual no le dé tregua a aquello que antes simplemente entraba solo por los oídos. Por eso es difícil que la música sobreviva por sí misma sin que medie la cuestión escénica. Y Perry sabe mucho de esto y del mensaje que es capaz de dar con la imagen. Cuando juega el doble rol de una María Antonieta acosada y una Juana de Arco que hará justicia (todo en el mismo video de ‘Hey Hey Hey’).
Cuando se convierte en la chica superpoderosa de ‘Roar’ o en la Cleopatra de ‘Dark Horse’. Cuando se hace la rara en ‘Last Friday Night’ (una adolescente impopular con brackets que para ser popular ofrece su casa para una fiesta descontrolada), o el ‘Swish Swish’ de su último disco, al ritmo del batido de una pelota de basket. También se convierte en un manjar que será devorado (o casi) en ‘Bon Appétit’, otra de las canciones del último CD.
Se sabe, la música pop ya no es capaz de sobrevivir solita, sin imagen, sin producción visual ni puesta en escena. Katy levanta el teléfono en Los Ángeles y da su opinión al respecto: “Creo en el mano a mano. La gente quiere estar conectada todo el tiempo en su vida. Creo que eso es más valioso en la vida real que a través de redes sociales, a pesar de que para las circunstancias actuales las redes sociales son algo bueno. Creo que lo que preferimos es atestiguar a una persona en la vida real.”
A su vez, confesó: “También entiendo que los visuales y un video hoy son más importantes que nunca. Porque casi todo lo aprendemos visualmente.”
Katy se hizo famosa hace diez años con la publicación de su disco ‘One of The Boys’. Pero no fue el tema que dio nombre al CD lo que llamó la atención, sino otro llamado ‘I Kissed a Girl’; ese que dice: “Besé a la chica y me gustó”. Puesto en la boca de una chica de familia cristiana protestante, sonaba bastante transgresor en los oídos de las audiencias conservadoras.
Hizo ruido y atrajo público, pero Katy no es famosa por la transgresión. Tampoco por dar pasos en falso, aunque en esa imagen que proyecta en los shows y los videos es divertida e irónica al mismo tiempo, lo cual muestra algunos contrastes. Vale preguntarse si en un video como el de ‘Bon Appétit’, donde aparece como una mujer sexy-objeto de deseo-plato de comida, a punto de ser devorada, muestra alguna contradicción con su activismo en el ‘empoderamiento’ femenino.

“¿Se puede ser activista y estar orgullosa de su sensualidad?,” se pregunta ella misma de manera retórica, otra vez desde Los Ángeles. “Creo que una mujer debe estar orgullosa de su belleza, de su sexualidad, de su cerebro y de todo lo que tiene. Lo importante es que una no tiene que ser solo una cosa. Podés ser todas las cosas que te hagan feliz,” continuó la cantante.
Tal vez es la chica de ‘Hey Hey Hey’ (la que parece frágil pero puede ser una tormenta), la María Antonieta que sueña ser Juana de Arco. “La mayoría de las veces soy la Juana de Arco. Soy ese personaje del video,” dice ella entre risas.
Katy tiene una gira de conciertos prolongada e intensa, al menos hasta mediados de este año. Saca números musicales diferentes para cada una de las canciones como ases de su manga. Además de los cambios de vestuario, se rodea de bailarinas y acróbatas. Sube a una moto, desaparece dentro una planta carnívora y reaparece sobre una esfera que simula ser el planeta Saturno, y sale despedida por los aires. Y si tiene que elegir algún momento favorito de su show (estamos aquí frente a una potencial candidata política que se debe a su pueblo) elige a la gente. “Vamos a cambiar algunas canciones del show. Todo será diferente en Sudamérica,” anticipa. “Porque con la gente todo es muy emocionante. Es muy participativa en los shows. La energía y la emoción en Sudamérica son incomparables. Creo que lo mejor que tiene uno de mis shows en un lugar como Buenos Aires es lo fuerte que el público canta las canciones. Cuando hago un set acústico todo el mundo está cantando,” confiesa Perry.
Katy no tiene medias tintas sobre algunos temas. Apoyó abiertamente a los demócratas y, especialmente a Barack Obama y a Hillary Clinton, levantó las banderas de gays y lesbianas y da con frecuencia su mensaje de ‘empoderamiento’ femenino. Sin embargo, cuando la charla de diez minutos, estrictamente controlada por sus asesores de prensa, roza lo político, dice que no entiende las preguntas.

En cambio, la sintonía se reanuda cuando se le pregunta por su actual participación en la nueva edición de American Idol, donde comparte el estrado de los jurados con Lionel Richie y el cantante country Luke Bryan. A la chica de California, que ya es una treintañera, le llegó el tiempo de ponerse, de algún modo, del otro lado del mostrador, para escuchar a los que recién empiezan. ¿Habrá que tenerle un poco de miedo?
“No, nadie debe temerme porque no hay nada de qué temer,” asegura. “Creo que a la gente no le gusta la verdad. Es decir, supongo que a la gente puede no gustarle mi propia verdad sobre lo que pueda decir de ella a partir de mi experiencia de diez años en este negocio. Pero soy justa y doy críticas constructivas. Me gusta mucho esto porque me hace volver hacia atrás, a todo lo que aprendí en los últimos diez años. Y, al mismo, también para poder sentirme inspirada por ellos. Me siento inspirada por ese proceso que van haciendo, por sus historias. Me recuerdan mucho mis comienzos,” dice la intérprete.
LA NACION – “Este año se cumple una década del lanzamiento de tu primer CD. ¿Que pasó desde entonces? ¿Qué ves cuando mirás hacia atrás?”
Veo que he aprendido un montón. Que crecí un montón y que también tengo mucho por hacer. Pienso también en el poder contributivo que uno tiene. No me arrepiento de nada porque siempre estoy aprendiendo.
LA NACION – “¿Dónde estás en este momento, en el final del ‘sueño adolescente’, como dice tu canción, o en el medio del camino?”
En el comienzo de una nueva etapa. Soy muy curiosa. Por eso siempre me siento en el comienzo.
Diez años de ascenso vertiginoso
Desde aquella canción polémica ‘I Kissed The Girl’ hasta el megaéxito actual pasó una década, en la cual Katy Perry siempre mantuvo un perfil cambiante y difícil de definir.

2008. Katy Perry no se convirtió en estrella de un día para el otro. No fue fácil encontrar un productor y una discográfica a su medida, es decir, que supiera descubrir su potencial. Antes del éxito, en 2001 había publicado un disco con su apellido paterno, Hudson. Recién en 2008, rebautizada como ‘Katy Perry’ y gracias a hits como ‘I Kissed The Girl’, comenzó su carrera a la fama, después de tocar puertas en su California natal.
2009. Ya instalada en la industria de la música, grabó un ‘MTV unplugged’ con temas de su disco ‘One of the Boys’ y canciones nuevas que integrarían el siguiente material discográfico. En ese momento comenzaron a tener peso las cifras de su carrera. Para los Premios Guinness era la cantante que más simples digitales había vendido. Más de 2 millones de descargas, solo en los Estados Unidos.
2010. Publicó el disco ‘Teenage Dream’, anticipado por el hit ‘California Gurls’. Comienza su actividad mediática en programas televisivos, como jurado invitada de American Idol y The X Factor. Grabó un episodio para Los Simpsons y una participación en Sesame Street que solo se vio online porque para las pantallas infantiles su escote fue considerado demasiado atrevido.
2011. Durante todo ese año cosechó el éxito de ‘Teenage Dream’: 5 No. 1 en el top 100 de Billboard, nominaciones a varios premios de música y ganancias por 44 millones de dólares, que la convirtieron en la tercera artista femenina de la música con mayores ingresos ese año.
2012. Comenzó cerrando una gira de 124 shows en 22 países que había iniciado el año anterior; y con un nuevo estado civil: divorciada. Su ex-marido, Russell Brand, con quien se había casado en la India, había decidido ponerle fin al matrimonio luego de 14 meses. En agosto Perry comenzó a salir con John Mayer y la relación duró un par de años.
2013. Los primeros meses fueron para preparar el terreno de una nueva producción discográfica. Temas como ‘Roar’, que resultaron un guiño al ‘empoderamiento’ femenino fueron el anticipo del álbum ‘Prism’. De ese CD también se destacó ‘Dark Horse’ con un video de ambientación egipcia que grabó junto al rapero Juicy J, que alcanzó los 2 mil millones de vistas en YouTube.
2014. El 7 de mayo de ese año comenzó la gira con las canciones de ‘Prism’, que duró hasta octubre del siguiente. Además, lanzó su tercera fragancia de perfume.
2015. Fue la protagonista del show musical del SuperBowl, con la mayor audiencia televisiva registrada de un show transmitido alrededor de todo el mundo: 118,5 millones de espectadores. Tuvo a Missy Elliott y a Lenny Kravitz como invitados especiales. Casi hasta finales de ese año estuvo de gira con las canciones de ‘Prism’.
2016. Lanzó ‘Rise’, canción oficial de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro. Además, apoyó activamente la campaña de Hillary Clinton en las últimas elecciones presidenciales en los Estados Unidos, y brindó un show acústico de la canción anteriormente mencionada y ‘Roar’.
2017. ‘Chained to the Rhythm’, ‘Bon Appétit’ y ‘Swish Swish’ fueron algunos de los adelantos de la más reciente producción discográfica de Perry, ‘Witness’, que fue lanzado el 9 de junio de ese año por el sello Capitol Records y acompañado por los videos de los cortes de difusión anteriormente mencionados. A mediados de año comenzó la gira que ahora la trae a la Argentina, para presentarse el 11 de marzo próximo, en el Club Ciudad de Buenos Aires.
Fuente: LA NACION.
Entrevista exclusiva de Katy Perry para “La Nación” (Argentina)
Reviewed by Luciano Ferrari
on
febrero 20, 2018
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